Existen muchas enfermedades a nivel físico que pueden impedir realizar actividades comunes y corrientes, pero entre los problemas más incapacitantes están los que afectan al estado mental. Algunos problemas se mantienen a lo largo de toda la vida, mientras que otros se pueden corregir con el tratamiento adecuado. Lo importante es hacer una correcta valoración del paciente psiquiátrico para saber exactamente qué es lo que le ocurre y poder establecer el tratamiento más adecuado en cada caso.
Tabla de contenidos
¿Qué es un estado mental?
La salud mental es el equilibrio entre la persona y su entorno sociocultural. Este equilibrio permite al sujeto desenvolverse con normalidad en ámbitos tan diferentes como el laboral, el intelectual y en las relaciones sociales y familiares.
Estado mental del paciente es el punto justo de equilibrio entre la persona y su entorno. Para conocerlo hay que hacer un examen del estado mental.
Estado mental definición no es otra cosa que un sinónimo de salud mental, de bienestar psicológico del individuo consigo mismo y con su entorno.
La evaluación mental es un proceso que tiene precisamente como objetivo medir el grado de salud mental o de bienestar psicológico de una persona. Como existen muchas patologías a nivel mental, también hay diferentes exámenes mentales.
¿Cómo se realiza un examen mental en psicología?
El estado mental se mide a través de una evaluación, así que conviene aclarar qué es evaluación la atribución de un determinado valor a algo o alguien.
El protocolo examen mental puede variar en función del especialista que lo lleve a cabo y del pronóstico psicológico o la patología que se crea que tiene el paciente, pero hay algunos factores que son comunes a cualquier examen mental psicología.
Las pruebas que se llevan a cabo para determinar problema que existe implican revisar el aspecto físico del individuo, prestando atención a cuestiones como la postura, el aseo personal e incluso la forma de vestir. También se mide la orientación personal, temporal y espacial del sujeto. La capacidad de orientación se puede medir con preguntas tan sencillas y básicas como interrogar sobre el nombre o la fecha de nacimiento.
El habla y el lenguaje también son objeto de estudio para discernir la capacidad de juicio. Se evalúan aspectos como la coherencia de lo que se dice y la espontaneidad a la hora de comunicarse.
La actividad motora, el estado emocional y el estado de ánimo también son valorados. La evaluación del estado de conciencia implica valorar la expresión de pensamientos, si es un pensamiento lógico o si por el contrario hay fugas ideacionales o fallo en ciertas asociaciones.
En la valoración del estado mental los especialistas también atienden a factores como el contenido del pensamiento y las facultades del pensamiento. Es importante comprobar si hay presencia de pensamientos delirantes que son comunes en trastornos como la esquizofrenia o el trastorno obsesivo compulsivo.
Muchas veces se hace un mini examen cognoscitivo para valorar el juicio mental del individuo y ver cómo responde.
La presencia de alteraciones perceptivas; la capacidad de concentración y la memoria; el pensamiento abstracto o los hábitos a nivel de sueño, sexualidad y alimentación también son importantes para poder hacer una valoración del estado del paciente.
Muchas veces el examen se lleva a cabo directamente a través de una entrevista, pero para medir ciertas capacidades se puede pedir al paciente que realice alguna actividad física (por ejemplo, para comprobar sus capacidades motoras) o responda algún tipo de cuestionario a efectos de medir cuestiones como el grado de pensamiento abstracto.
El resultado anormal en un examen de estado mental indica que hay algún tipo de patología, pero no especifica cual. Para saber qué es lo que le ocurre al paciente habrá que realizar nuevas pruebas tanto a nivel físico como a nivel psicológico para poder llegar a un diagnóstico y comenzar a aplicar el tratamiento más indicado en cada caso concreto.
¿Qué es un estado mental alterado?
En un examen mental psicológico se puede apreciar si el sujeto está en un estado mental alterado. Esto ocurre cuando hay cualquier tipo de alteración de la mente, ya sea una disminución de la atención, un estado constante de alerta o incluso una alteración a nivel de conciencia.
En estos casos es necesario realizar una evaluación cognitiva más en profundidad para poder determinar qué tipo de patología o problema existe.
¿Qué es un estado alterado de la conciencia?
Antes de ver cuáles son los elementos de un estado y los factores que le pueden afectar, es necesario responder antes a la pregunta:
¿Cuál es el estado de conciencia?
El estado de consciencia es aquel en el que las funciones neurocognitivas superiores están activas, esto nos permite percibir lo que ocurre a nuestro alrededor y ser capaces de entender el mundo que nos rodea.
¿Cuáles son los niveles de la conciencia?
El estado normal de consciencia es aquel en el que como hemos visto antes podemos percibir lo que ocurre a nuestro alrededor y comprenderlo. El estado alterado de conciencia es todo aquel en el que el individuo presenta alguna alteración que le impide darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor. Por ejemplo, cuando alguien está en coma o entra en estado catatónico.
En estos casos la evaluación del estado mental tiene como objetivo prioritario determinar si el sujeto está en una fase reversible o si ese estado alterado es definitivo.
¿Qué es la escala de Glasgow y para qué sirve?
En un examen mental psiquiatría la escala de Glasgow hace referencia a una escala que mide el nivel de conciencia de una persona que ha sufrido un trauma craneoencefálico. Se aplica en las 24 horas siguientes al episodio y mide la capacidad de apertura ocultar, la reacción motora y también la capacidad verbal. La puntuación mínima que se puede obtener en este examen es de 3 y la máxima es de 15 puntos.
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