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La aluminosis es un grave problema estructural que aún afecta a un parque importante de inmuebles en nuestro país. Cierto es que el problema de aluminosis fue especialmente relevante entre los años 50 y la década de los 80 del siglo pasado, pero también es cierto que persiste hoy en día. Para evaluar adecuadamente estas afectaciones, se recomienda contar con un perito arquitecto, ya que muchos edificios construidos con cemento aluminoso siguen en pie.

Tabla de contenidos

¿Qué es la aluminosis?

La aluminosis, también conocida como fiebre del hormigón, se presenta como una importante lesión que afecta al hormigón que genera que el mismo resulte mucho más poroso y, por tanto, mucho menos resistente. Ello conlleva que las estructuras de los edificios pierdan estabilidad, con el peligro que ello conlleva para quienes residen en el mismo. Afecta principalmente a lo que se conoce como las viguetas que componen los forjados de las edificaciones.

Esta lesión del hormigón viene provocada por el cemento aluminoso que era utilizado en la fabricación de determinadas viguetas años atrás. El problema radicaba básicamente en que este tipo de cemento estaba compuesto por un elemento conocido como alúmina, elemento que expuesto a determinados agentes puede llegar a sufrir cambios químicos que alteran las propiedades del cemento, afectando elementos estructurales.

Cuando la humedad es elevada, o las temperaturas demasiado altas, la estructura de este tipo de cemento se ve afectada provocando que las partículas de cemento se conviertan en partículas mucho más densas y que ocupan menor espacio lo que, como se mencionaba, da lugar a una elevada porosidad que implica una importante pérdida de adherencia y resistencia de la construcción.

El cemento aluminoso, un enemigo al descubierto

El cemento aluminoso es elaborado a través de la mezcla y posterior molido de caliza y bauxita. Cuando se comenzaron a detectar los primeros problemas de aluminosis, lógicamente se prohibió la utilización de este tipo de cementos para construir cualquier edificación o llevar a cabo cualquier proyecto de arquitectura.

Como se decía, este tipo de cemento se empleó en infinidad de viviendas y edificios entre los años 50 y los años 80, de modo que se cree que aproximadamente existen unas 300.000 viviendas que se han construido con viguetas que se han elaborado con este material. Las zonas que se vieron más afectadas por el cemento aluminoso fueron todo el litoral mediterráneo, y muy especialmente la ciudad de Barcelona. En la actualidad, la mayoría de las construcciones afectadas por aluminosis que aún se mantienen se encuentran en el barrio barcelonés de Turó de la Peira.

No fue hasta llegado el año 1977 que se prohibió su utilización para la construcción de edificios de cualquier índole. En otros países, como por ejemplo Francia, la utilización de esta clase de cemento estaba regulada y muy limitada desde los años 40.

Un claro ejemplo de construcción afectada por aluminosis en nuestro país fue el Estadio Vicente Calderón, y ello fue provocado debido a su cercanía al río Manzanares, lo cual obviamente generaba un importante aumento de la humedad, afectando sus propiedades haciéndose menos resistente. Obviamente, tras conocer el problema, el estadio se propuso realizar la reforma para evitar riesgos innecesarios, evaluando elementos afectados.

Aluminosis, ¿se puede detectar a tiempo?

Afortunadamente, los efectos que genera la aluminosis o enfermedad hormigón pueden ser detectados a tiempo, permitiendo de este modo poder llevar a cabo reformas integrales o tareas de rehabilitación estructural que permitan poner solución al problema y evitar los grandes riesgos que puede conllevar la aluminosis en las edificaciones elaboradas con cemento aluminoso.

Realizando una inspección visual detallada del color se podrá realizar un diagnóstico para poder evaluar si los elementos estructurales de las vigas de hormigón y, en general, de toda la construcción resulta estable y segura, o si bien se detectan manchas de óxido, grietas, deformaciones o cualquier otra posible anomalía típica de las construcciones que fueron fabricadas con cemento aluminoso.

También es clave comprobar si existe carbonatación del hormigón, algo que suele producirse debido a ambientes que tengan demasiada humedad de forma permanente, generando importantes signos de corrosión. Aunque también se pueden dar casos en los que, con la existencia de humedad, no presenten carbonatación del hormigón o viceversa, es decir, construcciones que sin humedad puedan presentar carbonatación.

Tratamiento de la aluminosis

¿Tiene solución? ¿Puede tratarse una vez que se ha detectado el problema? Por supuesto, tal y como se mencionaba en párrafos anteriores, existe la posibilidad de realizar reformas integrales o trabajos de rehabilitación que pongan remedio a este problema tan extendido en años pasados.

En aquellos casos en los que tras una inspección técnica adecuada no se encuentren indicios de que exista corrosión y el hormigón se encuentra transformado, se deberán tomar todas las medidas pertinentes para evitar la humedad. El uso de impermeabilizante puede convertirse en una interesante propuesta para ayudar a reducir la humedad.

En el caso de que las armaduras se encuentren limpias de óxidos pero, en cambio, el hormigón no se encuentre totalmente transformado, se deberá considerar que la oxidación tarde o temprano surgirá, de modo que se debería mantener el ambiente lo más seco posible, siendo lo más aconsejable que la humedad sea siempre inferior al 60%.

En aquellos casos en los que se detecten fisuras o grietas en el recubrimiento de las fachadas o bien manchas de óxido es importante realizar una investigación para saber si se trata de un problema parcial o bien, si por el contrario, es un problema generalizado.

Una vez se haya realizado un estudio y diagnóstico concreto de la situación que presenta se podrá buscar la solución más adecuada para proceder a su reparación, ya sea reformando la estructura, sustituyendo aquellos elementos que se hayan podido dañar, o bien, si el problema es bastante grave, proceder a la demolición de la construcción.

Evidentemente, y siempre en cualquier caso, ante la realización de trabajos verticales, el mantenimiento de cubiertas o cualquier otra tarea para eliminar la aluminosis, será  indispensable llevar a cabo el apuntalado del edificio ayudándose de andamios para garantizar la máxima seguridad en todo momento.

Le recomendamos que rellene el formulario de contacto, un Consultor Pericial le llamará personalmente para facilitarle la información que precise y resolver sus dudas sin ningún tipo de compromiso:

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